Abel Prieto
Abel Prieto Jiménez, ministro de Cultura de Cuba durante dos periodos (1997−2012 y 2016−2018). Actual presidente la Casa de las Américas, institución que difunde, publica y premia la literatura, artes y las ciencias sociales del continente americano. Prieto es licenciado en Lengua y Literaturas Hispánicas de la Universidad de la Habana. Ejerció el cargo de director de la Oficina del Programa Martiano. Fue miembro del Buró Político del Comité Central del Partido Comunista de Cuba. Desde 1993 se desempeña como diputado a la Asamblea Nacional del Poder Popular. Es autor de innumerables libros, novelas y cuentos. Recibió, entre otras distinciones, la Medalla Víctor Hugo de la UNESCO, la Orden de las Artes y las Letras del gobierno de Francia.
Frente a la amnesia colectiva y la manipulación: sembrar ideas y sembrar conciencia
En los años de auge del fascismo, antes y después de la segunda guerra mundial, Cuba no fue directamente agredida. Éramos entonces una colonia de EEUU disfrazada de república independiente. Teníamos un gobierno partidario de los Aliados; pero no por convicción ni por principios, sino porque la política exterior de aquella caricatura de república seguía sin chistar la de su amo del Norte.

En lo que respecta a los sectores populares, había un hondo sentimiento antifascista que se gestó, sobre todo, ante el dramático destino de la República española. Hubo muchos voluntarios cubanos que lucharon contra las tropas de Franco, respaldado desde el principio por Mussolini y Hitler. El gran escritor Pablo de la Torriente Brau fue el más relevante voluntario cubano, caído en Majadahonda, no lejos de Madrid.

En Cuba caló muy hondo, durante los años 50 del siglo XX, la influencia de la propaganda anticomunista y antisoviética de la Guerra Fría, producida por los laboratorios yanquis del macartismo. Fueron las tendencias ultraderechistas de EEUU (con rasgos visiblemente fascistoides) las que inundaron la Isla.
Alertas ante las amenazas
Hoy en día en Cuba no hay expresiones neofascistas; pero en cambio sí las hay en un sector de la emigración de origen cubano en la Florida, EEUU. La política de endurecimiento feroz del bloqueo aplicada por Trump contra la Revolución Cubana nace del vínculo muy estrecho de esta administración con las tendencias más reaccionarias de esos emigrados. Sus voceros emplean un lenguaje fascista, vengativo, de un anticomunismo exaltado, para referirse a nuestro país y a sus planes quiméricos, tantas veces fracasados, de hacer retroceder la historia de Cuba.

Por otra parte, es muy evidente que desde hace algún tiempo el fascismo ha venido creciendo en EEUU, América Latina y Europa.

Desde su campaña electoral de 2016, Trump utilizó un tipo de discurso político muy agresivo, sustentado en expresiones racistas contra migrantes y países de razas "inferiores" y en alegatos ultranacionalistas y mesiánicos contra todo aquello que pudiera dañar según él la "grandeza de América".
En la lógica de Trump, los ciudadanos estadounidenses blancos, conservadores, protestantes, heterosexuales, siempre armados, forman parte de la "vanguardia" de un "pueblo elegido", superior, destinado a imponer su voluntad y sus valores al resto del planeta. Se trata, obviamente, de un razonamiento muy similar al enarbolado en su tiempo por Hitler
Esta proyección fascistoide de Trump ha funcionado en dos direcciones: hacia fuera (con una política exterior cargada de arrogancia, desprecio y racismo, que se basa en el uso de la fuerza, en presiones, chantaje e intimidación, y en ignorar las nociones más elementales del multilateralismo y todos los principios sobre los que se creó la ONU) y hacia dentro (aplicando un renovado macartismo, fomentando el miedo al "otro", el fanatismo y las reacciones exaltadas del supremacismo blanco).

Cuando ocurren masacres en ese pais, la prensa se pregunta qué incidente o enfermedad mental sufrió el asesino, es decir, qué pudo justificar sus acciones.
Los medios nunca hablan de que estos hechos suceden en el seno de una sociedad enferma de rencor, intolerancia, competitividad morbosa, carencia de solidaridad humana, culto al dinero y a la violencia
En América Latina, gracias a trampas judiciales tendidas contra líderes progresistas, al papel siniestro de la OEA y de EEUU, a la manipulación de elecciones a través de los medios hegemónicos y de las redes sociales, se ha producido un giro radical hacia la ultraderecha en varios países.

Mientras tanto, en Europa, agrupaciones con una plataforma reaccionaria, demagógica, antiinmigrante, xenófoba, han estado aprovechando la falta de legitimidad de los partidos tradicionales y la incertidumbre en que vive mucha gente en medio de la crisis de hoy, que es ética, cultural, económica, de toda índole. Una crisis que tiene que ver con los modelos de vida y felicidad, con los paradigmas quebrados de la modernidad, con el modo de entender el presente y el futuro y de volver la mirada hacia el pasado. El hecho es que esos movimientos fascistoides o claramente fascistas obtuvieron resonantes victorias electorales y ganaron una notable cifra de escaños en parlamentos regionales y nacionales y en el propio Parlamento Europeo.

El Secretario General de la ONU, António Guterres, anunció en 2019 la preparación por parte de la ONU de una estrategia contra "los discursos de odio". Se refirió, además, de modo general, a "algunos líderes políticos [que] están incorporando las ideas y el lenguaje alimentado por el odio" de ciertos grupos recalcitrantes. "Todo ello se esparce por las plataformas digitales de las redes sociales y es utilizado por agrupaciones extremistas para reclutar y radicalizar", dijo.
Debemos organizarnos en defensa de la Humanidad
En cuanto a la interrogante sobre qué puede hacerse ahora para frenar la barbarie fascista, quisiera recordar aquellos momentos en que el presidente George W. Bush declaró que iba a iniciar una "cruzada global contra el terrorismo" después de los ataques del 11 de septiembre de 2001. Luego, en 2002, dijo en West Point que su ejército tenía que transformarse en "una fuerza militar lista para atacar inmediatamente sesenta, o más, oscuros rincones del mundo". "Oscuros", dijo, y a nadie se le escapó la intención racista de la palabra. En 2003 anunció la invasión a Irak, y en Miami los grupos intransigentes de origen cubano salieron a la calle a gritar "Irak ahora; Cuba después".

Ese mismo año, en un congreso dedicado al 150 aniversario del natalicio de José Martí, Fidel afirmó que "la gran batalla se librará en el campo de las ideas y no en el de las armas" y exhortó a los participantes a trabajar sin descanso por "sembrar ideas" y "sembrar conciencia".
En 2003 se fundó en México la Red de Intelectuales, Artistas y Movimientos Sociales "En defensa de la Humanidad"
Fue una iniciativa del prestigioso intelectual Pablo González Casanova y de otros escritores y académicos mexicanos, a la que se sumaron de inmediato muchas personalidades de América Latina y el Caribe, Europa, EEUU, Asia y África.

Este encuentro fue silenciado, como era de esperarse, por los medios hegemónicos; pero fue un paso trascendente para la articulación de un amplio frente antimperialista, anticolonial, lúcido, capaz de abrir brechas en el tejido de mentiras y manipulaciones y de hacerse escuchar.

Desde la batalla para frenar la crisis medioambiental hasta el impulso de una contraofensiva en el campo mediático en favor de la verdad, pasando por la lucha a favor de la paz, la soberanía y la legalidad internacional, la Red incluyó en su agenda todos los temas cruciales para salvar a la humanidad de su propia extinción y del efecto nefasto de los instrumentos de dominación creados por el imperialismo.

Creo que, en estas circunstancias tan peligrosas, debemos reforzar el trabajo de la Red "En defensa de la Humanidad" y de su grupo de coordinadores nacionales, seguir ampliando sus contactos.
Combatir las ideas desmovilizadoras
Esta organización debe enfrentar los efectos de la maquinaria de dominación cultural del Imperio yanqui, que inculca en la gente (en especial en los jóvenes) ideas desmovilizadoras. Sus mensajes son simples y se reiteran de manera directa e indirecta: el orden neoliberal no puede ser transformado; las utopías terminaron definitivamente; los que aún luchan por ellas son quijotes solitarios, "fracasados", ajenos al mundo real; debes disfrutar el momento, divertirte, seguir e imitar a "los famosos", consumir, usar ropa de marca siempre que puedas, dejarles la política a los políticos.

Cuando echamos un vistazo al ámbito de los llamados medios alternativos, sitios web, emisoras de televisión y radio comunitarias, publicaciones digitales y en papel, movimientos populares que se han sublevado contra el neoliberalismo, comprendemos que hay innumerables luchadores antifascistas en el mundo de hoy. El drama es que están desarticulados. El papel de la Red "En defensa de la Humanidad" y de otras redes consiste en trabajar incansablemente para interconectarlos.
Cubanos y soviéticos en defensa de la Patria
Los cubanos sentimos una admiración muy profunda por esa extraordinaria hazaña de la URSS hace 75 años. Si las fuerzas de Hitler hubieran logrado quebrar la resistencia soviética e impedir su contraofensiva, el reinado nazi se habría impuesto en Europa y probablemente en el mundo entero. Es difícil imaginar las consecuencias de un triunfo fascista.
Toda esa barbarie y horror fueron frustrados por el heroísmo y el sacrificio de los combatientes y de los pueblos de la URSS. La humanidad debería sentirse eternamente agradecida por ello
La hermandad entre nuestros paises tiene fuertes lazos históricos. Uno de esos hechos fue protagonizado por tres jóvenes cubanos quienes participaron en la Gran Guerra Patria y lucharon codo a codo con sus camaradas soviéticos para salvar a la humanidad del nazismo.
Sus nombres son Enrique Villar y los hermanos Jorge y Aldo Vivó Laurent
Debido difíciles circunstancias políticas de sus familias en Cuba, estos tres cubanos, siendo niños fueron acogidos en el Internado Internacional Elena Stásova en la localidad de Ivánovo, no lejos de Moscú. Al estallar la segunda Guerra Mundial se unieron a la noble lucha en defensa de la Patria.

Aldo Vivó cayó en combate defendiendo Leningrado en 1943 y su hermano Jorge sobrevivió los horrores del asedio a Leningrado. Enrique Villar participó en la liberación de Polonia y murió en combate en 1944. Sus restos yacen en un cementerio militar ruso en Polonia.
No permitir la tergiversación de la historia
Historiadores, académicos, periodistas y la poderosa industria cultural de Occidente, y en particular la controlada por EEUU, se ha empeñado en tergiversar la historia para negar la proeza de la URSS.

Si echamos un vistazo al itinerario de la industria cultural estadounidense, veremos que ha construido una lectura idealizada y mesiánica de la historia de ese país, para consumo y adoctrinamiento de su pueblo y para exportarla a todas partes.

Desde la polémica película "El nacimiento de una nación" (1915), hasta las películas que sirvieron para curar "el síndrome de Vietnam", el itinerario sangriento de EEUU ha ido encontrando en el cine, las series, los videojuegos, la versión ajustada a los intereses del sistema.

La "conquista del Oeste" se presenta en términos épicos, "civilizatorios". El genocidio de la población aborigen, su desplazamiento forzoso, las masacres de comunidades completas, fueron horrores retomados por Hollywood y devueltos como enfrentamientos de indios malignos contra militares y cowboys blancos y "civilizados". Zarpazos imperiales, desde México hasta Irak, han recibido la bendición de la industria del entretenimiento.

Ya mencioné una de las infamias mayores cometidas por esa industria cultural: el tratamiento de la Segunda Guerra Mundial y de la victoria sobre el nazismo. Han tratado de convencer a los ciudadanos de EEUU y del resto del mundo de que los yanquis fueron los "salvadores del mundo democrático frente a la barbarie fascista". De este modo, quieren ignorar de manera indignante el papel decisivo y mil veces heroico de la URSS.
Los soviéticos, que derrotaron a Hitler a costa de millones de vidas, quedan en la sombra. Esa Verdad, con mayúscula, ha sido encubierta del modo más innoble
Los yanquis también ocultaron y ocultan hechos históricos importantes, como el referido a la retardación (de manera intencionada) en abrir contra Hitler el frente occidental acordado por los Aliados. Por cierto, antes de ser presidente y de ordenar el bombardeo genocida contra Hiroshima y Nagasaki, Harry Truman, como senador por Missouri, dio muestras de su perversidad y de su falta de sentido ético. Cuando Alemania invadió a la URSS, propuso en el Congreso esta canallesca estrategia: "Si vemos que Alemania está venciendo, deberíamos ayudar a Rusia. Y si Rusia está ganando, deberíamos ayudar a Alemania. Y de esta manera, dejar que se aniquilen tanto como sea posible".

Hay otra cuestión sobre esta Guerra que Hollywood tampoco divulga: las empresas de EEUU que hicieron negocios, en extremo lucrativos con los nazis. La Coca-Cola fabricó para ellos una bebida refrescante muy popular en la Alemania hitleriana: la Fanta. IBM se ocupó de venderles las máquinas Hollerith, para censar y clasificar personas por su raza y religión, es decir, para identificar judíos y destinarlos al exterminio. La filial alemana de la General Motors, el primer productor de camiones de combate para Hitler, utilizó esclavos de los campos de concentración. Henry Ford recibió en 1938 una condecoración nazi como "extranjero distinguido".

Hay dos posiciones del neofascismo frente a la memoria: apostar por "el olvido" y promover la amnesia colectiva, de modo que la gente viva atontada, sin raíces, sin mirar atrás, o manipular el pasado. El choque entre las ideas de la emancipación frente a las ideas imperiales y neofascistas se está dando en torno al presente y al futuro; pero también se da en torno al pasado.

Se hace imprescindible que trabajemos en dos sentidos: difundir obras de análisis histórico ajustadas a la verdad, ensayos, libros, documentales y películas de ficción y promover por todas las vías a nuestro alcance un pensamiento crítico que desnude las mentiras y distorsiones.
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