Ante la falta de atención a las quejas del legítimo gobierno republicano ante la Sociedad de Naciones por el incumplimiento del pacto en los casos de Alemania e Italia, así como por la dificultad de acceder a material de guerra, la Unión Soviética, -"los rusos", como eran popularmente conocidos-, comienzan a enviar material militar. Pero, además, el Ejército Rojo tuvo un papel fundamental en términos de formación, asesoría y organización del ejército republicano, evidente en momentos clave de la guerra como la batalla del Jarama o la defensa de Madrid. Igualmente, la tarea de formación se ampliaba al personal militar español en las Escuelas de Aviación soviéticas, por ejemplo.
Además de lo estrictamente militar, es interesante reseñar otras formas de vinculación que muestran la importancia del conflicto en la conformación de los imaginarios geopolíticos de la época. Por una parte, se desarrollan importantes acciones humanitarias, como la acogida de unos 5000 niños y niñas, los llamados "niños de Rusia", evacuados ante las posibles represalias del banco nacional. Por otra parte, hay un importante ejercicio de geopolítica popular; por ejemplo, Ernest Hemingway, en
¿Por quién doblan las campanas? (1940) novela una guerra civil donde la presencia soviética es clave para entender la contienda, que era seguida de cerca en Rusia, a través de la emisión de un espacio de 10 minutos en un noticiario televisivo íntegramente dedicado a la guerra civil, entre 1936 y 1937, o la grabación y dirección por una productora soviética de varios documentales sobre la defensa de Madrid, para ser exhibidos en una Europa occidental que seguía manteniéndose al margen
[1].
Por último, es importante mencionar el papel de las Brigadas Internacionales en la guerra. Eran unidades militares constituidas por voluntarios internacionales de muchos países, como Nueva Zelanda, Estados Unidos, México, Senegal o Francia. Pese a que tenían escasa experiencia militar, su militancia sindical o en partidos de izquierda convirtieron la defensa de la causa republicana y la lucha contra el fascismo en una cuestión universal durante los dos años que estuvieron en el frente
[2].
Precisamente el papel de las Brigadas Internacionales en la guerra incide, de nuevo, en las claves de la internacionalización del conflicto. La agitación constante, por parte de la propaganda del bando nacional, de una amenaza comunista omnipresente en términos militares y personalizada en las Brigadas como estructura militar soviética, se conciliaba con una equidistancia y neutralidad desproporcionada respecto a la intervención de Alemania e Italia -solicitada por Franco, anterior en el tiempo, y superior en material y personal a la rusa-. En definitiva, nos señala las formas de la construcción geopolítica de un enemigo mundial y los cauces de una disputa hegemónica en un escenario bélico.